El regalo del Niño Costero 2017
El regalo del Niño Costero, en el verano del año 2017 una serie de inundaciones afectaron varias regiones del Perú dejando a muchas personas sin hogar. Fue la primera vez que un desastre natural me afectaba de manera tan significativa, por más que no me haya afectado de manera personal. Me quedé pegada a las noticias, y por primera vez sentí una profunda compasión por las personas.
Veía en la televisión a las personas perder sus hogares, todas sus pertenencias, todo aquello que seguramente habían construido con mucho trabajo, sacrificio y cariño. Y luego veía mi departamento lleno de cosas, de ropa, de objetos, muchos de ellos no los había usado en meses, y hasta en años. Empecé a revisar mi clóset y separar todas las prendas que no usaba y que podría ser muy necesarias para las familias afectadas. Revisé mi cocina, separando todo lo que tenía doble o triple y que no estaba siendo usado. Fueron varias horas repartidas en varios días, y en algo ayudó a que me sienta mejor. Era lo único que yo podría hacer en ese momento. Era mi granito de arena ante la impotencia de lo que estaba sucediendo.
Eso que pasó en ese verano fue muy importante para mí, ya que fue la invitación para revaluar mi relación con mis cosas. ¿Necesitaba todo aquello que tenía? ¿Qué propósito cumplían estas pertenencias? Pude ver que el apego a mis pertenencias estaba muy relacionado a mi búsqueda de la seguridad. Los objetos me daban un sentido de seguridad, pero al mismo tiempo me estaban abrumando profundamente.
El error más grande que cometemos es creer que hay errores. O accidentes. O azar. No hay errores, ni casualidades, ni accidentes. Nada sucede repentinamente. Todo sucede por una razón. Y cada razón es una oportunidad. [Yehuda Berg]
Esta experiencia me dejó un bello regalo, ya que me conectó con un deseo de ayudar y servir a los demás, lo que me llevó a formarme como coach ontológico al mes siguiente de los desastres naturales. Esta disciplina me dio las distinciones para poder acompañar a las personas a hacerse las preguntas que ellos necesiten hacerse en determinado momento de su vida, a acompañar quiebres importantes, así como acompañar a mirarnos profundamente.
En mi caso me genera mucha curiosidad la pregunta de cómo nuestro consumo y nuestros hogares son reflejos de nuestras formas de ser, de nuestros aprendizajes y de nuestro mundo emocional.
Más adelante, me formé como Organizadora Profesional de espacios, para así poder tener a la mano herramientas que puedan acompañar eficientemente a las personas en la liberación de todo aquello que no necesitan, tanto físico como emocional.
El resultado final es Simplify – Crea espacio en tu vida, que apoya a las personas en entender mejor su relación con sus cosas, su espacio y su tiempo. Siempre quise ser independiente y trabajar en algo creado por mi misma. Muchas veces los regalos no vienen en papel de regalo, y puede que nos demoremos en ver el significado de todo aquello que nos pasa a nosotros y a los demás. En mi caso el año 2017 fue un año de nuevos inicios. Y este año 2018 es el año de la creación de este proyecto personal que espero que pueda tocar las vidas de las personas que sientan lo mismo que sentí yo ese verano, y quieran aventurarse a mirar su mundo interior a través de su mundo exterior.
Fuente imagen: https://www.apartmenttherapy.com/house-tour-becs-sugar-shack-222947#gallery/49993/26