La danza del orden y del caos
La danza del orden y del caos, algunas de nosotras tenemos una necesidad importante de tener ORDEN en nuestras vidas. Sabemos que es así. Lo que no sabemos es por qué o para qué el orden es tan importante y necesario en nuestras vidas.
La americana Cindy Glovinsky, lo explica en su libro “Making peace with the things in your life” (Haciendo las paces son las cosas en tu vida). Cuando un bebé reconoce por primera vez el patrón ordenado de la cara de otro ser humano, se llena de alegría y reconocimiento. La diseñadora Alexandra Stoddard define ORDEN como: “una disposición lírica y comprensible entre los elementos independientes de un grupo”. Nos gusta el ORDEN, en parte porque es mucho mas sencillo para nuestro cerebro procesarlo que el desorden. El ORDEN es mas eficiente que el CAOS. Nos permite procesar un grupo de objetos similares de manera conjunta en vez de tener que procesar cada objeto uno a uno de manera independiente. Consecuentemente, nuestro cerebro no tiene que trabajar tanto, y se siente energizado y calmado.
Neuropsicólogos han identificado que ciertas partes de nuestro cerebro “se iluminan” cuando la persona es expuesta a ciertos patrones arquetípicos, especialmente el circulo, el triangulo y la cruz. Estos símbolos han sido sumamente relevantes en la historia de la humanidad, dado que sirven como principales símbolos de las religiones del mundo.
Cuando transformamos caos en orden, sentimos una sensación de alivio. La organización es un antidepresivo maravilloso. Los procesos de organización pueden ser casi mágicos.
Sin embargo, a veces demasiado orden puede no ser tan maravilloso. Demasiada simetría en una habitación puede hacerla fría y poco atractiva. En un nivel social, algunos tiranos obsesivo-compulsivos de la historia, como Hitler y Mussolini, le han dado mala fama al orden. Puede que en tu infancia hayas tenido un tirano en la familia, y dado eso hayas aprendido que orden es igual a opresión. Si este no ha sido tu caso, igual es normal que te puedas sentir oprimido por el ORDEN, y estés listo para sucumbir al creativo mundo del caos. Acá el secreto es el BALANCE.
Del caos al orden y del orden al caos.
Nuestro crecimiento espiritual puede tener que ver con aprender a tolerar y hasta celebrar caos. Caos puede significar crecimiento, cambio, libertad, color, creatividad, diversión, y juego. Eso mismo puede aplicar al desorden de nuestra vida. A veces el caos es necesario y saludable. Artistas y escritores sienten una necesidad de rodearse de caos para crear obras. Adolescentes “destrozan” sus pertenencias e inclusive sus cuerpos a la hora que crecen y se acomodan y reorganizan en sus roles de adultos. Una vida sin caos puede ser una vida sin crecimiento ni diversión.
Paradójicamente, antes de poder empezar a ordenar un espacio desordenado, debemos hacer una pausa y mirar el caos que creamos. ¿Qué te muestra de positivo tu desorden? ¿Flexibilidad? ¿Espontaneidad? ¿Imaginación? Solo si has podido mirar a tus espacios de esta manera, puedes empezar a transformar el maravilloso caos en maravilloso ORDEN.
El propósito de ordenar y organizar nuestras casas es aumentar nuestro bienestar y reducir la insatisfacción, y si tu manera de hacer las cosas actualmente no te ayuda en eso, necesitamos hacer cambios. Sin embargo busca también espacios donde el caos esté permitido. Escoge un cajón en un mueble que sea el lugar designado para los cachivaches. Recuerda que la vida es una danza entre el caos y el orden, y que tú y tus pertenencias son parte de esta danza.
Esta nota fue inspirada por el libro de Cindy Glovinsky ¿Te interesa leer más de ella?
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